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Calcificaciones y nutrición: juanetes y espolón


La circulación de la sangre tiene la finalidad de canalizar oxígeno y nutrientes a las células de nuestros organismos a través de arterias y capilares para que puedan funcionar afinadamente. Dentro de los miles de nutrientes ingeridos, asimilados y transportado por los canales sanguíneos está el calcio (símbolo Ca, cantidad adulto recomendado 1000mg diarios) el cual, si asimilado de la manera incorrecta se acumula en el tejido corporal, haciendo que dicho tejido se endurezca. De hecho, en un organismo que funcione perfectamente el 99% del calcio se deposita en los huesos y dientes y solo el 1% restante se disuelve en la sangre. Cabe mencionar que las investigaciones han demostrado que un incremento en los niveles de ácido úrico por encima de 6 mg/L está relacionado con mayor riesgo de presentar calcificaciones y eventos cardiovasculares adversos.

Cuando una patología perturba la proporción entre calcio y otros nutrientes, el mismo se puede depositar en otras partes del organismo: arterias, riñones, pulmones, cerebro, tendones y músculos. Este depósito irregular de calcio causa problemas funcionales de los más variados. En ámbito ortopédico los dos trastornos principales correlacionado con calcificación son los juanetes (calcificación del espacio intersticial entre falanges que afecta al 85% de las mujeres mayores de 35 años) y el espolón (calcificación del tejido conector superior entre hueso calcáneo y metatarso, consecuencia de fascitis plantares que afecta principalmente a deportistas agonísticos y mujeres). Las calcificaciones en general pueden verse fácilmente en las radiografías y una muestra de eso son las arterias como parte de la ateroesclerosis.

Ahora bien: ¿qué podemos hacer para prevenir la creación de las molestas e incomodas calcificaciones? La comida que ingerimos a diario reviste un rol fundamental en la creación de un ambiente favorable para un perfecto equilibrio entre calcio y otros químicos. De aquí la importancia de conocer los productos que coadyuvan en mantener una impecable circulación sanguínea.

Los principales alimentos que limpian sangre y oxigenan la sangre previniendo calcificaciones

Aguacate: esta fruta de la especie arbórea de la familia de las Lauraceae posee una gran cantidad de grasas mono-saturadas, las cuáles no son oxidadas en el cuerpo, por lo que no acrecientan los peligros de sufrir arteriosclerosis. Todos los tipos de aguacates (desde el oscuro y pequeño Haas hasta el más grande injerto Fuerte o Pinkerton) presentan beneficios similares y son recomendables en cualquier dieta dirigida a fomentar un correcto equilibrio nutricional.

Ajo y Cebolla: son unos de los alimentos más poderosos de la naturaleza, perteneciendo a la familia de vegetales definidos Allium. Esto se debe a la enorme presencia de antioxidantes (con un índice ORAC, o sea de Actividad Antioxidante de alrededor de 3450), contribuyendo a reducir los niveles de grasa en las arterias. Al mismo tiempo, aumentan los niveles de colesterol “bueno” (o HDL, Lipoproteínas de alta densidad), reduciendo la presión sanguínea y el flujo de la sangre.

Avena: planta herbácea de la familia de las Poáceas, de bajo contenido en hidratos de carbono que logra absorber el agua hasta seis veces su volumen. Esta pitanza tan escueta pero poderosa, permite reducir las habilidades del colesterol para “adherir” en las paredes de las arterias, previniendo la formación de arteriosclerosis y reduciendo el riesgo de sufrir padecimientos del corazón.

Brócolis y Plantas Crucíferas: pertenecientes a la familia de las brasicáceas, incluyen a parte de los brócolis otras variedades como el repollo, la coliflor, el colinabo y la col de Bruselas. Son muchísimos los beneficios que el brócoli ofrece a nuestra salud, y la mejor forma de consumirlo es en crudo en ensaladas o cocido al vapor. Son espectaculares en la prevención de cánceres y la protección del corazón. Tiene importante contenido de vitamina A, C y E, aminoácidos, zinc y potasio.

Espárrago: es una planta herbácea perenne de follaje muy ramificado siendo uno de los mejores y más poderoso limpiador de la sangre y las arterias que pueda existir. Libera la presión sanguínea y previene la formación de peligrosos coágulos. Contienen perfecto balance entre hidratos de carbono y proteínas, aportando vitaminas del complejo B, carotenos, vitamina A, fósforo y magnesio.

Espinaca: planta anual de la familia de las amarantáceas, contiene una gran cantidad de vitaminas A y C, previniendo de tal manera la oxidación del colesterol, y así limitando el riesgo de sufrir arteriosclerosis. Hace parte del grupo de vegetales de hojas verdes (como el kale, las acelgas, la rúcula o la lechuga crespa) que aportan enormes beneficios a nuestro organismo con una ingente cantidad de micro-nutrientes.

Granada: es el fruto de un pequeño árbol frutal caducifolio con una ingente cuantía de antioxidantes, superando a cualquier otra fruta, aún de los arándanos, las naranjas y las moras. Combate eficazmente el daño en las arterias, la arteriosclerosis. Lo que hace de la granada una fruta extraordinaria son su riqueza en fitoquímicos como flavonoides, antocianinas y elagitaninos.

Granos Integrales: son los frutos simples (llamados técnicamente cariópside) de los cereales como por ejemplo el arroz, el centeno, el maíz, el mijo o el sorgo. Son excelentes para el cuidado cardiovascular debido a su elevada cantidad de fibra soluble (e insoluble), que favorece la reducción del colesterol malo y evita la generación de residuos en las arterias. Particular atención lo amerita la Quinoa (en realidad un pseudocereal de la región andina) que es junto a la soya el único vegetal que ofrece todos los aminoácidos esenciales.

Nueces: son altos en grasas mono-saturadas y en ácidos grasos Omega 3. Todos los frutos secos clasificados como nueces tales como marañones, almendras, avellanas, maníes (no obstante no sean nueces sino legumbres) y las pecanas aportan beneficios parecidos, se recomiendan unas 3 unidades diarias para el óptimo aporte nutricional sin exceder debido a su alto aporte calórico.

Tomate: alimento muy rico en licopeno. Este oxidante reduce las posibilidades de que el colesterol malo o LDL se oxide y se fije en las paredes arteriales. Incluye los tomates, crudos mejor, en tus comidas cada día.

Triphala: una particular mención amerita esta mezcla de plantas de origen ayurvedica (las tres plantas son el Amalaki, el Bibhitaki y el Haritaki). Es el compuesto natural más poderoso descubierto hasta la fecha (¡con un índice ORAC antioxidante de 712.000, casi 270, sí escuchaste bien, doscientos setenta veces más poderoso que una naranja!). La Triphala promueve la absorción adecuada de alimentos, purifica el colon y es una increíble amplificadora del sistema inmunológico.

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(Ref. 10)  Chul Hyu


 


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